El budismo es una religión no teísta perteneciente a la familia dhármica y, según la filosofía induista-védica, de tipo nastika. El budismo ha ido evolucionando en la historia hasta adquirir la gran diversidad actual de escuelas y prácticas.
Historia
El budismo se desarrolló a partir de las enseñanzas difundidas por su fundador Siddhartha Gautama, alrededor del siglo V a. C. en el noreste de la India. Inició una rápida expansión hasta llegar a ser la religión predominante en India en el siglo III a. C.
En este siglo, el emperador indio Asoka lo hace religión oficial de su
enorme imperio, mandando embajadas de monjes budistas a todo el mundo
conocido entonces. No será hasta el siglo VII d.C. cuando iniciará su declive en su tierra de origen, aunque para entonces ya se habrá expandido a muchos territorios. En el siglo XIII
había llegado a su casi completa desaparición de la India, pero se
había propagado con éxito por la mayoría del continente asiático.
El budismo ha ayudado en la difusión del lenguaje,y la adopción de valores humanistas y universalistas. Es una filosofía
importante en Asia donde se encuentra presente en la totalidad de sus
países. Desde el siglo pasado se ha expandido también por el resto del
mundo. Al carecer de una deidad suprema pero mostrar a la vez su
carácter salvífico y universalista, ha sido descrita también como
fenómeno transcultural, filosofía, o método de trasformación.
El budismo es en número de seguidores una de las grandes religiones del planeta. Contiene una gran variedad de escuelas, doctrinas y prácticas que históricamente se han clasificado en budismo Theravāda, Mahāyāna y Vajrayāna.
Buda Gautama
Hay certeza histórica y científica sobre la existencia del Buda Gautama, originalmente llamado Siddharta Gautama y conocido después también como Śākyamuni o Tathāgata. Se sabe que provenía de la segunda casta hindú, la kṣatriya, compuesta de guerreros y nobles. No obstante, algunos estudiosos como Andreu Bareau afirman que no es posible saber con exactitud si era un príncipe o un noble.
La vida y enseñanzas de Gautama se transmitieron de manera oral hasta la primera compilación escrita del budismo, llamada el Canon Pāḷi,
donde los hechos de su vida aparecen de manera dispersa. Pero no
existirá una compilación biográfica completa hasta bastantes siglos
después, siendo la más reconocida la del maestro y erudito indio Aśvaghoṣa que vivió en el siglo I de Nuestra Era.
Los relatos sobre la vida de Siddhārtha están mezclados con mito, leyenda y simbolismo. Más allá de su simple interés biográfico, estas historias son vistas como una guía para la vida de sus seguidores, en la que los diferentes episodios clave constituyen metáforas
de los procesos de crisis y búsqueda espiritual del ser humano. Además
de la recopilación sobre su vida como Siddhārtha, existen también
relatos sobre sus vidas previas llamadas jatakas. En estos relatos Buda aparece como un bodhisattva; alguien que atraviesa obstáculos a través de varias vidas en el camino hacia el Nirvāna.
Según la tradición, Los Cuatro Encuentros fueron una de las
primeras contemplaciones de Siddhārtha. A pesar de las precauciones de
su padre, alcanzó a salir del palacio en cuatro ocasiones en las que vio
por primera vez en su vida a un anciano, a un enfermo, a un cadáver y por último a un asceta, realidades que desconocía personalmente.
A los 29 años, después de contemplar los cuatro encuentros, decidió iniciar una búsqueda personal para investigar el problema del sufrimiento. A esta decisión se le llama La Gran Renuncia. Se unió al entonces numeroso y heterogéneo movimiento hindú de los sramanas
(‘vagabundos religiosos mendicantes’), renunciando a todos sus bienes,
herencia y a su posición social, para seguir prácticas religiosas y ascéticas.
Nirvana de Siddhārtha
Siddharta se dio cuenta, después de casi morir de hambre a causa de un estricto ascetismo, que la moderación
entre los extremos de la mortificación y la indulgencia hacia la
experiencia sensorial, lograba incrementar sus energías, su lucidez, y
su meditación. Con este hallazgo, que llamó Camino medio, comió algo y se sentó bajo una higuera Bodhi, una especie sagrada en la India, con la promesa de no levantarse hasta hallar la solución al sufrimiento y ser un Buda. Esto ocurrió en la localidad de Bodhgaya, cerca de Benarés, que actualmente es un sitio sagrado de peregrinación budista.
Siddharta atravesó distintas etapas de meditación. En la primera parte de la noche logró el conocimiento de sus existencias anteriores (pubbe nivasanussati ñana),
durante la segunda parte de la noche alcanzó el conocimiento de ver
seres morir y renacer de acuerdo con la naturaleza de sus acciones (cutupapata ñana) y durante la última parte de la noche purificó su mente (asavakkhaya ñana) y tuvo un entendimiento directo de las Cuatro Nobles Verdades (cattari ariya-saccani).
Como última prueba se presentó Mara (la tendencia a la maldad en seres samsáricos,
a veces interpretado como demonio), quien hizo una serie de
tentaciones. Sin embargo, Siddharta no cayó en estas tentaciones, con lo
que logró ser libre del aferramiento a las pasiones pero sin represión
de estas (destruyendo las cadenas del samsara).
Al final, conoció que había logrado un estado definitivo de "no-retorno" al que se llama Nirvāņa,
que significa ‘cese (del sufrimiento)’ pero que no es posible describir
claramente con lenguaje. En ese momento dijo "hecho está lo que debía
hacerse". Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India.
El despertar de Gautama es el punto de partida histórico del budismo, y parte de la enseñanza de que alcanzar el Nirvana es posible; todos los seres humanos tienen el potencial de lograr un cese del sufrimiento y comprender la naturaleza del bodhi.
El budismo en el mundo
Tradiciones y escuelas budistas
El budismo no está organizado con una jerarquía vertical. La autoridad religiosa se basa en los textos sagrados: los Sutras
(literalmente ‘discursos’). Además de eso, hay un numeroso material de
interpretación en el que contribuyen maestros y personajes a través de
la historia que los han comentado y analizado.
La comunidad monástica se organiza históricamente por líneas de
transmisión en el tiempo, y en algunas escuelas las cadenas de
relaciones entre maestros y discípulos son centrales. Los laicos tienen
distinto papel dependiendo de las dos grandes ramas, Theravāda (‘escuela de los ancianos’) y Mahāyāna
(‘gran vehículo’). En el budismo mahayana, la vida laica se considera
tan útil para alcanzar el Nirvana como la vida monástica, mientras que
en el theravada se da un énfasis a la vida monástica. Otra clasificación muy común es identificar a una tercera rama; el Vajrayāna (o Tántrico), que se puede considerar una parte o una división del Mahayana.
Esta organización religiosa descentralizada ha permitido una enorme flexibilidad de puntos de vista, variaciones y enfoques.
Las variantes de budismo se dieron por divisiones en el tiempo de
puntos de discusión doctrinales, como a su vez por distintos contextos
sociales y geográficos, como un árbol ramificado.
En general el budismo se fue implantando en muchos países sin entrar en conflicto directo con las religiones autóctonas, sino en muchos casos, intercambiando influencias. A diferencia de otras religiones el budismo no conoce la noción de guerra santa, la conversión forzada, ni tampoco considera la noción de herejía como algo siempre pernicioso. Aunque han existido algunos episodios históricos de enfrentamientos violentos por cuestiones de doctrina o de acoso a personajes disidentes o algunas minorías, estos son excepcionales para una religión que se convirtió en la mayoritaria de Asia durante un recorrido histórico de 2.500 años. El pluralismo de enfoques y la aceptación de distintos puntos de vista doctrinales ha sido históricamente algo compartido y aceptado en la comunidad budista, lo que ha dado lugar a una enorme cantidad de literatura religiosa y filosófica.
Las estimaciones sobre el número de budistas en el mundo varían significativamente, según diferentes fuentes disponibles entre los 1691 millones (lo que la haría la tercera religión más grande del mundo tras el cristianismo y el Islam) y los 230 millones.
(lo que la mantendría como la cuarta religión más grande del mundo tras
el hinduismo). En cualquier caso, esto significa que el budismo es de
las mayores religiones de la humanidad en número de seguidores. Estas
cifras han aumentado considerablemente tras las recogidas en el siglo
XX, sobre todo porque en países como China empiezan a aparecer los datos
tras su apertura política. Así mismo, en India se han dado conversiones
masivas al budismo de cientos de miles de personas pertenecientes a la
casta de los intocables (Dalits).
La mayoría de los budistas están en Asia. Para obtener una cifra
mundial más exacta, la principal dificultad es dar una cifra sobre China. El budismo posee un importante arraigo histórico en ese país, sin embargo es oficialmente un país ateo, en el que además se practica una religión popular tradicional muy heterogénea y sincretista que, entre otros, incluye elementos budistas, y que con frecuencia se lista por separado.
En los países de Occidente el número de budistas ha crecido significativamente en los últimos 50 años.
En Europa Occidental cuenta 20 millones de seguidores y es hoy el 5% de
la población. En Estados Unidos el budismo tiene una gran implantación
con unos 6 millones de seguidores
Otra dificultad para calcular el número de budistas radica en
establecer si el número se refiere a las personas exclusivamente
budistas ó a los que practican el budismo simultáneamente con otra
religión de forma sincrética como sucede en China y Japón.
Estudios y educación
En el ámbito educativo, el budismo se estudia como especialidad en
algunos de los principales centros universitarios occidentales.
Las universidades más prestigiosas (Oxford, Harvard, Lausanne,
Berkeley, Salamanca, Milán...) tienen sección de estudios de religiones y
lenguas orientales con especialidad sobre budismo. En la mayoría de países laicos está reconocida como religión por el estado.
Asimismo, en los países donde el budismo representa una mayoría o
porcentaje significativo, existen centros de educación superior dedicado
al estudio y formación en el budismo, tales como: el Institute of
Buddhist Studies en California, la Dongguk University en Corea del Sur,
la Bukkyo University y Soka University, ambas en Japón, el International
Buddhist College en Tailandia y la University of SriFundamentos budistas
También llamado el Dharma (en sánscrito, significa: soporte, apoyo, lo que mantiene, la ley, la verdad, la auténtica naturaleza de la realidad, el camino), los Fundamentos budistas son la base de las enseñanzas del budismo
A pesar de una enorme variedad en las prácticas y manifestaciones,
las escuelas budistas comparten principios filosóficos comunes. El
estudio más profundo y la práctica más intensa, solía limitarse en oriente a las órdenes monásticas. En la actualidad sólo el budismo theravāda
tiene un énfasis en la vida monástica en detrimento de la vida laica.
Las otras corrientes desarrollan y elaboran sobre determinados aspectos
del budismo original de la India.
Todos los elementos de las enseñanzas filosóficas fundamentales se
caracterizan por estar estrechamente interrelacionados y contenidos en
otros, por lo que para alcanzar su entendimiento se necesita una visión holística
de su conjunto. Además, se suele subrayar el hecho de que todas las
enseñanzas son solo una manera de apuntar, guiar o señalar hacia el Dharma, pero del cual debe darse cuenta el mismo practicante. El Dharma solo puede ser experimentado o descubierto de manera directa a través de una disciplinada investigación y práctica personal.
Las Cuatro Nobles Verdades
Según el budismo las cuatro nobles verdades son:
1. La vida incluye duḥkha (sufrimiento, insatisfacción o descontento):
El nacer es sufrimiento, la enfermedad es sufrimiento, la vejez es
sufrimiento, la muerte es sufrimiento, la pena es sufrimiento, así como
la lamentación, el dolor y la desesperación. El contacto con lo
desagradable es sufrimiento, la separación de lo que es placentero es
sufrimiento, el deseo insatisfecho es sufrimiento. En definitiva, los
cinco agregados de la mente y el cuerpo que producen los deseos
(corporiedad, sentimiento, percepción, formaciones mentales
predispuestas y consciencia discriminativa) son sufrimiento.
2. El origen del sufrimiento es el tṛṣṇā (anhelo, deseo. literalmente sed):
El sufrimiento se origina en el ansia que causan los deseos, los
sentidos y el placer sensual, buscando la satisfacción ahora aquí y
después allí, el ansia de llegar a ser, el ansia de nacer de nuevo y el
ansia de ser aniquilado.
3. El sufrimiento puede extinguirse cuando se extingue su causa:
El sufrimiento se extingue con el abandono del ansia de placeres
sensuales, de llegar a ser y de aniquilación, y con la ausencia de
pasión, el no albergar ya más.
4. El noble camino es el método para extinguir al sufrimiento: El budismo prescribe un método, o camino, con el que se intenta evitar los extremos de una búsqueda excesiva de satisfacción por un lado, y de una mortificación innecesaria por el otro. Este camino comprende la sabiduría, la conducta ética y el entrenamiento o cultivo de la ‘mente y corazón‘ por medio de meditación, atención y la plena consciencia del presente de manera continua.
Conceptos Budistas
Las Tres Características de la Existencia (Tri-Laksana)
Las Tres Marcas, Los Tres sellos, Las Tres Realidades.
Esta enseñanza fundamental del budismo explica la naturaleza de los fenómenos del mundo percibido, los cuales poseen tres características universales:
- Anitya: impermanencia.
- Anātman: inexistencia de un ego permanente.
- Duḥkha: sufrimiento, descontento o insatisfacción.
Karma: Causa y Efecto
En sánscrito, Causalidad, Ley de causa y efecto. Acción intencional o volición. Semilla. Condicionamiento.
Según el budismo, toda acción intencionada (karma) crea uno o varios efectos que aparecen cuando las circunstancias son proclives, a lo que se llama maduración (vipaka) o fruto (phala).
El karma en aplicación a la doctrina budista se refiere a cualquier
acción de habla, cuerpo o pensamiento. Por tanto los movimientos ajenos a
la volición o la intencionalidad - como ocurre en el caso de actos
reflejos - son neutrales kármicamente. Sin embargo, cualquier movimiento
de la voluntad es karma aunque no sea consciente.
El "buen" y "mal" karma se distinguen de acuerdo a la raíz de las acciones. En el Kukkuravatika Sutta Buda clasifica el karma en 4 grupos:
- 1 - oscuro con resultado oscuro.
- 2 - brillante con resultado brillante.
- 3 - oscuro y brillante con un resultado oscuro y brillante.
- 4 - ni oscuro ni brillante con un resultado ni oscuro ni brillante.
La oscuridad (el mal) no puede dar lugar a un brillante (feliz)
resultado, pero aun así el karma puede estar mezclado debido a una
variedad de motivos buenos y malos.
El karma en el budismo explica también las diferencias por las que
los seres tienen una vida más o menos larga, riqueza, belleza, salud o
sabiduría. En el Cula-kammavibhanga Sutta26
Buda explica que éstas cosas no existen por casualidad sino por el
karma. El karma es una ley para explicar un mecanismo en el que está
ausente un ser consciente que juzgue. Así, en el Mahakammavibhanga Sutta Buda explica los 4 tipos de personas que deben distinguirse respecto al karma y su destino previsible:
- 1 - quien hace el mal y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.
- 2 - quien hace el mal y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
- 3 - quien hace el bien y va a un cielo, estado feliz o renacimiento superior.
- 4 - quien hace el bien y va a un infierno, estado de deprivación o un renacimiento inferior.
Nótese que cielo e infierno no están expresando exclusivamente el
destino tras la muerte, sino estados luminosos y felicidad o bien de
oscuridad e infelicidad, que existen también en vida como efectos de
acciones previas. El mecanismo del karma supone por tanto un reflejo
bastante fiel de la realidad, no siempre considerada justa y en donde a
las acciones buenas o malas no les sucede siempre el efecto deseado.
La doctrina de karma budista no es totalmente determinista ni
fatalista. Karma no significa destino ni predeterminación, ya que no
existe un automatismo ciego en la voluntad respecto a las tendencias
mantenidas y no es posible anticipar que ocurrirá. La práctica budista
además permite tomar observación y consciencia de este funcionamiento
para ocasionar un distanciamiento respecto a esas tendencias. El karma
no se debe entender como castigo al igual que tampoco lo hacemos, por
ejemplo, con el ADN. Karma es una más de las cinco tipos de condicionalidad o procesos lógicos del Universo (niyamas). Condicionalidad 1. inorgánica, 2. orgánica, 3. psicológica, 4. moral y 5. Trascendental.
Estos tipos de condicionalidad son impersonales y no hay intervención
divina en ellos. Del mismo modo que la ley de la gravedad no requiere
intervención divina. Algunos tipos de condicionalidad son inmutables: ni
siquiera un Buda puede escapar de ser afectado una vez que ya nació y
tiene un cuerpo.
Cómo funciona el karma
El rol de actuación de la persona respecto al karma se circunscribe
en la explicación budista sobre la experiencia de la realidad y como la
individualidad se expresa. En el Abhidhamma Pitaka se describen 52
factores mentales (cetasikas) que surgen en varias combinaciones para dar lugar a 89 posibles estados de consciencia (cittas).
Desde aquí se consideran 4 elementos físicos primarios y 23 fenómenos
físicos que se derivan de ellos. En este escenario existen los
movimientos de la voluntad, y es en donde se condicionan o refuerzan
hábitos y tendencias (samskara) para crear, de manera
acumulativa, lo que se nos aparece como nuestra personalidad o carácter.
El proceso resumido de todo ello y que explica el Karma respecto a la
acción será resumido como: 1. Samskara o predisposición, 2. Karma o acto
volitivo y 3. Vipaka o fruto; resultado. El resultado de nuestras
acciones nos otorga una experiencia que promueve nuevamente una
disposición Samskara, y así continúa.
En el budismo, las diferencias entre las acciones volitivas se
expresan sólo en términos de habilidad o destreza. Si las motivaciones o
raíces (mula/hete) corresponden con alguno de los Tres Fuegos (véase Duhkha) son torpes por ser malsanas y perniciosas (akuśala), y si corresponden a sus opuestos son hábiles por ser saludables (kuśala). Sin embargo, el objetivo de la práctica del renunciante (véase Nekkama) budista no es la de producir más de un tipo de karma (más mérito) y menos de otro (menos castigo), sino el de dejar totalmente de producir karma
alguno para acabar con el ciclo de renacimiento. Más allá de esta breve
explicación, existen varios comentarios alrededor del karma que lo
clasifican en diferentes tipos para su comprensión más detallada.
El funcionamiento del karman es extremadamente complejo; su
resultado exacto y preciso es imposible de predecir y no siempre se
manifiesta de manera inmediata, ya que su maduración depende de las
circunstancias. El karman tampoco es una explicación a la mala fortuna, debido al gran número de variables y fuerzas involucradas.
Surgimiento condicionado (pratītya-samutpāda)
El surgimiento condicionado es expuesto en el Maha-nidana Sutta o "Discurso de las causas". Constituye una formulación elaborada del proceso de existir y de cómo los seres están atrapados por la ignorancia en un ciclo de sufrimiento.
Este proceso es constante, y supone una explicación que abarca tanto la
duración de todas las vidas pasadas como de la vida actual, instante
tras instante. Por lo tanto el "ser" supone un ámbito que se crea y
destruye momento tras momento.
La originación dependiente contiene 12 eslabones:
- Avidyā: ignorancia
- Samskāra: formaciones mentales
- Vijñāna: consciencia
- Nāma Rūpa: nombre y forma (pre-materialidad)
- ŞaDāyatana: sensorialidad (órganos sensoriales)
- Sparsha: contacto
- Vedanā: sensación
- Tŗşņa: deseo, querer
- ‘‘Upādāna’’: aferramiento
- Bhava: devenir
- Jāti: nacimiento
- Jarā-maraņa: decaimiento, vejez, muerte.
Así, con la ignorancia como condición surgen las formaciones
mentales. Con las formaciones mentales como condición surge la
consciencia. Con la consciencia como condición surge el nombre y la
forma. Con nombre y forma como condición surgen los órganos sensoriales.
Con los órganos sensoriales como condición surge el contacto. Con el
contacto como condición surge la sensación. Con la sensación como
condición surge el deseo. Con el deseo como condición surge el
aferramiento. Con el aferramiento como condición surge el devenir. Con
el devenir como condición surge el nacimiento. Con el nacimiento como
condición surge el decaer, la vejez y la muerte.
Mientras la ignorancia no se erradica, de nuevo se repite el proceso
sin fin. El camino budista busca erradicar la ignorancia y romper esta
cadena, es lo que se conoce como nibbana o nirvana (el cese) de esta
cadena.
Renacimiento
En la India, la idea de reencarnación
era ya parte del contexto en el que nació el budismo. En el budismo se
prefiere el término "renacimiento" en vez de "reencarnación", debido a
que no afirma la existencia de un alma perdurable que pueda transmigrar. Así, el renacimiento en el budismo no es igual que la reencarnación en el hinduismo. Para entender el renacimiento es necesario entender también el concepto de anatta.
En el renacimiento budista, el proceso del karma hará que la existencia de seres conscientes se manifieste, pero no existe un alma o espíritu
eterno. Así, las acciones de cuerpo, habla y pensamiento conllevan
efectos que se experimentarán con el tiempo, ya sea en la vida actual o
siguiente. La continuidad entre individuos la constituye esa corriente
causal, que es manifestada como tendencias y circunstancias en sus
vidas.
El renacimiento no es visto como algo deseable, ni significa un
determinismo o destino. El camino budista sirve para que la persona
pueda liberarse de esa cadena de causas y efectos. Mientras no exista un
cese de este ciclo, nuestra vida es Samsárica.
Si bien el individuo debe experimentar las circunstancias en las que le
toca vivir, a la vez es el único responsable de lo que decida hacer
frente de ellas.
La meditación,
práctica fundamental en el budismo, es una herramienta útil para el
budista. Con esta práctica aprende a observar cómo no existe un dueño de
(sus) pensamientos,
pero que a la vez es responsable de lo que decida hacer con estos. El
apego o no apego son por tanto la clave para conseguir más ecuanimidad respecto a sí mismo y al mundo.
Nirvvana: El Despertar, La Iluminación
Buda Gautama afirmó que es posible el cese definitivo del círculo de
la originación dependiente y el renacimiento. La meta de la práctica
budista es por tanto el de despertar del Samsāra para
experimentar la verdadera naturaleza de la existencia y la vida. Este
esquema de realidad se expresa en las enseñanzas por medio de las Cuatro
Nobles Verdades, Las Tres Marcas de la Existencia, la Originación
Dependiente y el Renacimiento (explicadas anteriormente). Alcanzar este
estado de liberación implica por tanto vivir una nueva experiencia sobre
la naturaleza de la vida, de la muerte y del mundo que los rodea.
A las personas que no hayan alcanzado este estado aún solo se les
pueden proporcionar definiciones, analogías y comparaciones imperfectas e
indirectas sobre este estado. El Nirvāņa se describe principalmente por
lo que no es: no-nacido, no-originado, no-creado, no-compuesto. Sin embargo no se debe confundir ni con la aniquilación o aislamiento del individuo ni con un nihilismo.
Como la experiencia del Nirvāņa no es descriptible de manera clara con el lenguaje, y por lo tanto no es fácil de comunicar, lo único que se puede dar es una indicación del camino a seguir para obtenerla.
Las Cuatro Nobles Verdades
Tras el despertar de Buda Gautama, el primer discurso (Sutra) que dio fue a sus antiguos compañeros de meditación, en lo que se conoce como "La puesta en marcha de la rueda del Dharma" (Dhammacakkappavattana). En este primer discurso, Buda Gautama establece las bases para la comprensión de la realidad del sufrimiento y su cese.
Estas bases se conocen como "Las Cuatro Nobles Verdades", las cuales constatan la existencia de lo que en el budismo se llama duhkha; una angustia de naturaleza existencial.
- Duhkha (el sufrimiento) existe.
La vida es imperfecta, la insatisfacción y el sufrimiento existen y
son universales. Este es el punto de partida de la práctica budista.
Esta verdad contiene las enseñanzas sobre las Tres Marcas de la Existencia.
El origen, la causa raíz, de duhkha es el anhelo, el ansia o la sed (tŗşņā)
de cualquier situación o condición placentera. Creemos que algún acto,
logro, objeto, persona o entorno nos llevarán a la satisfacción
permanente del “yo”, cuando el "yo" en sí no es más que una fabricación impermanente de la mente. Y de ahí que el origen del anhelo sea la ilusión o la ignorancia (avidyā) en la vida samsárica. Los seres samsáricos no comprenden la manera y forma en la que realmente funciona el karma. Esta verdad contiene la explicación del Surgimiento Condicionado.
- Existe un cese de duhkha.
Según el budismo, a través del aprendizaje de la observación de los procesos considerados como ignorantes y alimentados por Los Tres Fuegos,
se empieza a crear la base para lograr su cese. La forma de que la
insatisfactoriedad de la vida cese es la de enfrentarnos de manera
directa a duhkha y tŗşņā, su causa. Al enfrentarnos a la realidad, la
entendemos como realmente es, sabemos las causas del sufrimiento y como
hacer para que no surjan. Esta verdad contiene la enseñanza sobre
nuestra capacidad de llegar al Nirvana.
- Existe un Noble Camino para lograr este cese.
El método y la disciplina para eliminar la ignorancia, el anhelo y finalmente dukkha es el camino de la sabiduría, la ética y la meditación, expuesto de manera detallada en el Noble Camino.
La práctica budista
Noble Camino Óctuple
El Noble Camino (en sánscrito: Ārya Sṭāṅga Mārgaḥ) tiene ocho aspectos:
- Prajñā: Sabiduría
- saṃyak dṛṣṭi: visión o comprensión correcta
- saṃyak saṃkalpa: pensamiento o intención correcta
- Śīla: Conducta Ética
- saṃyak vāc: habla correcta
- saṃyak karmānta: acción correcta
- saṃyak ājīva: medio de vida correcto
- Samādhi: Disciplina Mental o Cultivo Meditativo
- saṃyak vyāyāma: esfuerzo o diligencia correcta
- saṃyak smṛti: consciencia del presente o atención correcta
- saṃyak samādhi: concentración o meditación correcta
Ética budista
La ética budista se fundamenta en los principios de ahimsa (no ocasionar daño) y el Camino medio
(moderación; no reprimir ni tampoco aferrarse a nada). Según las
enseñanzas budistas, los principios éticos están determinados por el
hecho de si una acción cualquiera podría tener una consecuencia dañina o perjudicial para uno mismo o para otros. En el budismo se utiliza la expresión de mente hábil,
que es aquella que evita todas las acciones propensas a causar
sufrimiento o remordimiento. El esfuerzo y la intención empleados
determinará la carga kármica de la acción.
A diferencia de una regla impuesta por una autoridad, un precepto es
una base o guía ética personal. La ética budista se basa en Los Cinco Preceptos:
- respetar la vida.
- evitar tomar lo que no es dado.
- mantener una conducta sexual correcta: que no sea dañina con otros o con uno mismo.
- hablar de manera correcta / no mentir
- evitar tomar intoxicantes que alteren negativamente la mente.
Los monjes y monjas budistas por su parte, siguen más de 200 normas de disciplina descritas en detalle en el Vinaya pitaka; algunos monjes y monjas budistas zen no tiene que seguir el voto de castidad ni pobreza (pueden casarse y trabajar).
Meditación budista
La meditación (samādhi o bhavana)
es la práctica budista por excelencia. El significado del término es
"cultivo de la mente". Es por tanto una actividad que supone determinada
disposición para que el practicante se sitúe en la realidad y así
aumentar su comprensión y sabiduría, que son esenciales para la
erradicación de dukkha. Hay muchas y variadas técnicas de
meditación budista dependiendo de cada tradición y escuela, si bien
todas se basan en dos componentes llamados samatha (calma mental, tranquilidad) y vipassana (conocimiento directo, intuición). En el núcleo central de toda meditación budista hay una observación tranquila y atenta tanto de los propios procesos mentales como de los fenómenos de la vida.
La meditación budista se basa en el samadhi, necesario para la realización del Nirvana. En el budismo se explican las diferentes etapas de meditación o jhanas que se experimentan en el progreso hacia el Nirvana.
A partir de una base común, a lo largo de la historia las diferentes
tradiciones budistas elaboraron sus propias técnicas de meditación
dependiendo de su propia evolución histórica y sus influencias
culturales. En todas las tradiciones hay infinidad de técnicas y
variantes meditativas, pero al basarse en los mismos fundamentos son
similares. Lo característico de los sistemas de meditación budista en
las diferentes tradiciones es el objetivo de alcanzar el Nirvana.
Las tres joyas (Triratna)
Todo budista toma refugio en las 'Tres Joyas, Los Tres Refugios o Los tres tesoros,
siendo este acto lo que lo define como tal. Este refugio viene a
significar que una vez la persona ha comprendido el sentido de
liberación que subyace en el camino del Dharma, tomará refugio mientras dure su vida en:
- Buda: naturaleza bodhi, nirvana o despertar.
- Dharma: el budismo, la enseñanza de budas.
- Sangha. la comunidad de budistas.
En muchas escuelas budistas existe algún tipo de ceremonia oficiada
por un monje o maestro que ofrece la toma de refugio en las Tres Joyas.
Esto es una manifestación pública del compromiso pero no es algo
indispensable. La persona puede por ella misma tomar refugio con
sinceridad y es suficiente para considerarse budista.
Quienes no han tomado refugio pueden beneficiarse del budismo al considerarlo una filosofía, un método de entrenamiento
práctico espiritual. Por este motivo, y al estar desligada de la
devoción a deidades, a menudo hay personas de otras religiones o sin
religión que estudian la meditación budista.