ARQUETIPOS DE LA PERSONALIDAD



NATURALEZA - CONDUCTA

En este punto puedes si lo deseas  escoger arquetipos  de personalidad  que se adapten a tu concepto de la naturaleza interna y disposición externa de tu personaje. Tu naturaleza es el aspecto mas dominante de la verdadera personalidad de tu personaje, pero no es el único arquetipo que puede aplicarse.

El arquetipo que elijas para la naturaleza del personaje serán los sentimientos y creencias más arraigados del personaje sobre sí mismo y sobre el mundo, también representa la forma  principal  en que  el personaje  recupera  puntos  de fuerza  de voluntad.  También deberás escoger una conducta para descubrir la personalidad que tu personaje aparenta poseer. Este es el papel que representa ante el mundo, la fachada que presenta. Probablemente    deberá    ser    diferente    al    arquetipo    que    tiene    en    naturaleza. Los arquetipos de Conducta pueden ser cambiados en cualquier momento, eso es con el fin de adaptarse a diferentes personas o situaciones distintas.

Aquí  presento  una  lista  de arquetipos  para  que  te sea más fácil  y práctico  elegirlos.



Arquetipos de Personalidad


Arquitecto: Tu sentido de deber va más allá de tus propias necesidades; tratas de crear algo de valor perdurable  para  ellos que  lleguen  detrás  de ti. La gente  necesita muchas cosas y tú obtienes satisfacción proporcionando lo que te es posible. Eres el tipo de persona  que se esfuerza  por construir  algo  de valor fundar  un  pueblo,  crear  una compañía o de alguna forma dejar un legado imperecedero.

-Recuperas  fuerza  de  voluntad  cada  vez  que  crees  o  establezcas  algo  de importancia o de valor duradero.

Bizarro: Eres  en el mismo  grado llamativo  y amoral;  algunos  te consideran  un pícaro,  un  donjuán,  un  calavera,  un  mujeriego  o  simplemente  un  ligón:  pero  tu  te consideras  todo lo anterior. Eres actor consumado al que le encanta hacer de todo el mayor espectáculo posible, y nada atrae más tu atención que un público receptivo. Adoras a la gente y te encanta que un público receptivo. Adoras a la gente y te encanta aún más impresionarles.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que consigas deslumbrar e impresionar a otra persona.

Bravucón: Tienes fama de matón, rufián y tipo rudo y te encanta atormentar a los débiles. Las cosas siempre tienen que salir como tú quieres, y no toleras a los que te contraríen. El poder y la fuerza son todo lo que respetas. No hay nada que te guste más que  acosar,  importunar,  intimidar  y enemistarse  con  los  que  desprecias;  y éstos  son numerosos. Si bien la mayoría de los Bravucones  desprecian a los débiles, algunos se convierten en sus protectores.

-Recuperas fuerza de voluntad siempre que intimides u obligues físicamente a otra persona a hacer lo que tú desees.

Bufón: Eres el tonto, gracioso, payaso o cómico, continuamente burlándote tanto de ti mismo como de los demás. Constantemente buscas el humor en cualquier situación y siempre te esfuerzas por luchar contra la marea de la depresión dentro de ti mismo. Odias la pena y el dolor y tratas continuamente de apartar a las mentes de los demás del lado oscuro de la vida. A veces harás casi cualquier cosa por olvidar que existe el dolor. Puede que tu marca concreta del humor no impresione a tus amigos, pero hace que te sientas mejor.

-Recuperas fuerza de voluntad siempre que animes el humor de los que estén a tu alrededor por medio del humor, sobre todo cuando puedas, de paso, escapar de tu propio dolor.

Confabulador: ¿Por qué trabajar como un esclavo cuando, simplemente hablando, puedes conseguir lo que quieres?. Siempre tratas de encontrar la salida fácil, el camino rápido hacia el éxito y la riqueza. Otras personas llaman a lo que haces estafa, o incuso robo, pero tú sabes que no haces más que lo que hacen todos los demás; solo que tú lo haces mejor. A demás es solo un juego, y te da gran placer ser más listo que alguien. Los confabuladores  desarrollan distintos papeles, puedes ser un ladrón, un timador, un niño desamparado, un contratista, un estafador o simplemente un embaucador.

-Recuperas  fuerza de voluntad cada vez que puedas conseguir engañar a otra persona para que haga lo que deseas.

Director: Desprecias el caos y el desorden y tiendes a hacerte con el control de la situación y a organizarla con el fin de suprimir la anarquía. Te gusta estar al mando, vives para organizar y habitualmente te esfuerzas por hacer que todo funcione con suavidad. Confías sin reservas en tu propio juicio y para ti las cosas son blancas o negras.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que te permitan encabezar un grupo y cumplir algún cometido significativo.

Fanático: Hay una causa que te consume; es la fuerza principal en tu vida, para bien o para mal. Cada gramo de sangre y pasión está dirigida hacia ella; de hecho puede que te sientas muy culpable por emplear tiempo en alguna otra cosa. Tú y los que te rodean  podrán  sufrir,  pero  tu  causa  lo  es  todo:  el  fin  justifica  los  medios.  Antes  de comenzar el juego, asegúrate de describir tu causa y de definir cómo puede afectar en tu comportamiento.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que realices un acto que haga avanzar tu causa

Hosco: En el fondo, eres una persona irascible y áspera, te tomas todo en serio y encuentras  poco  humor  en  la  vida.  El  escepticismo  es  tu  segundo  nombre;  es  la herramienta con la que juzgas todo en la vida. Hace tiempo que dejaron de sorprenderte las acciones estúpidas de los demás.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que  alguien haga una tontería, tal como tú predijiste. Debes predecirlo en voz alta a los demás personajes o bien en privado al narrador.

Juez: Como buscador de soluciones, moderador, árbitro, conciliador y pacificador, siempre  tras  de mejorar  las  cosas.  Te  enorgulleces  de  tu racionalidad,  tu juicio  y tu capacidad  para deducir  una  explicación  razonable  cuando  te adoptan  los  hechos.  Te esfuerzas por promover la verdad, pero comprendes lo difícil que es desvelar. Respetas la justicia, ya que es la forma en la que puede reinar la verdad.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que distingas con éxito la verdad entre una  red  de mentiras  o  puedas  convencer  a  personas  en  disputa  para  que  estén  de acuerdo con tu juicio.

Mártir: Todos poseen el instinto de mártires, pero pocos actúan según él. Menos aún viven la vida de un mártir, pero tú eres uno de ésos. Tu deseo de propio sacrificio proviene una baja autoestima, una sensación de falta de control o un sentido del amor profundamente   establecido.  Eres  capaz  de  soportar  sufrimientos   graves  duraderos gracias a tus creencias  e ideales. Un mártir preferiría morir o sufrir heridas antes que renunciar a su religión, creencias, principios, causa o amigos.

-Recupera fuerza de voluntad cuando te sacrifiques de forma real e inmediata por tus creencias o por otra persona.

Niño: Aún eres inmaduro en tu personalidad y temperamento; un chico que nunca creció. Aunque puedes cuidar de ti mismo(deseablemente), prefieres la seguridad de ser vigilado por otros. A menudo buscas a alguien que cuide de ti: una especie de cuidador. Algunos te consideran un mocoso mimado, mientras que otros te ven como un querubín inocente, al que no han afectado los males del mundo. Éste es un arquetipo muy habitual para  los  vástagos  que  fueron  creados  cuando  eran  jóvenes  y  que  posteriormente maduraron mentalmente, pero no emocionalmente.

-Recuperas  fuerza  de  voluntad  cuando  alguien  haga  algo  para  ayudarte  sin obtener para sí mismo ninguna ganancia aparente.

Pervertido: Siempre  hay personas  que no se adaptan,  y tú eres  uno de estos sinvergüenzas.  Tus  creencias  ,  motivaciones  y  sentido  de  la  decencia  son  antítesis completas   del  status.  No  eres  tanto  un  rebelde  sin  objetivo  como  un  pensador independiente que no pertenece a la sociedad en la que creciste. Te importa un comino la mortalidad de los demás, pero sí que cumples tu propio y extraño código de conducta. Los pervertidos  suelen  ser irreverentes  y algunos  tienen gustos  y deseos verdaderamente anormales.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que puedes hacerle un corte de mangas a la sociedad y a sus preceptos si  sufrir represalias  (en la mayor de los casos, de la sociedad vampírica, más que la de la mortal).

Protector: Siempre tratas de ayudar a los que te rodean, esforzándote por influir en las necesidades  y pesares de los desgraciados. La gente que te rodea depende de tu estabilidad y fuerza para mantenerse estables y centrados. Eres a quien acude la gente cuando tiene un problema.

-Recuperas  fuerza de voluntad cuando tengas éxito al proteger o apoyar a otra persona. Puede ser algo tan mínimo como una sonrisa de apoyo o un hombro en el que apoyarse en un momento apropiado. Debes ayudar a la otra persona de alguna forma, aunque puede que ésta no lo reconozca abiertamente.

Rebelde: Eres descontento, iconoclasta y librepensador recalcitrante. Tienes una mentalidad tan independiente y una voluntad tan libre que no estas dispuesto a unirte a ninguna causa o movimiento particular.

Tú eres sólo tú y sólo deseas la libertad de ser tú mismo. No eres buen seguidor y normalmente no serás un buen líder. Tiendes a insubordinar a la autoridad hasta el límite de la estupidez.

-Recuperas fuerza de voluntad siempre que tu rebelión contra el status resulte ser para mejor.

Solitario: Eres el tipo de persona que siempre está sola, incluso en medio de una multitud. Eres el vagabundo, cazador y lobo solitario. Aunque otros pueden verte como alguien solo, abandonado, aislado o apartado, en realidad prefieres tu propia compañía a la  de  los  demás.  Hay muchas  razones  distintas  por  las  que  esto  puede  ser así:  no comprendes a la gente, le gustas demasiado o simplemente estás perdido en tus pensamientos. Tienes tus propias razones.

-Recuperas fuerza de voluntad cuando consigas cumplir alguna acción significativa por ti mismo, sin la ayuda de los demás, pero ayudando de alguna forma al grupo.

Superviviente: Sea como sea, siempre consigues sobrevivir. Puedes soportar casi cualquier circunstancia y sobrevivir e imponerte a ella. Mientras hay vida, hay esperanza; nunca abandonas, nuca. Nada te enfada más que una persona que no se esfuerza por mejorar las cosas o que se rinde ante las fuerzas sin nombre del universo.

-Recuperas fuerza de voluntad cuando sobrevivas a una situación difícil mediante tu propia astucia y supervivencia.

Tradicionalista: Eres una persona ortodoxa, conservadora y extremadamente tradicional. Lo que te bastaba cuando eras joven te basta ahora. Casi nunca cambias. En general, te opones al cambio por el cambio; ¿qué sentido hay en ello? Algunos te pueden considerar viejo, tacaño, un reaccionario. Siempre te esfuerzas por conservar tu estado.

-Recuperas  fuerza  de  voluntad  cuando  puedas  proteger  el  status  y  evitar  el cambio.

Visionario: Hay muy pocos  que sean  lo bastante  valientes  o imaginativos  para mirar más allá del abrazo asfixiante de la sociedad y el pensamiento mundano y ver algo más. La sociedad trata a estas personas a la vez con respeto y desprecio, ya que es el visionario el que previene a la sociedad al tiempo que la guía hacia el futuro. Puedes ser un espiritualista, chamán, profeta de la nueva era, místico, filósofo o inventor pero seas lo que seas siempre tratas de buscar algo más.

-Recuperas fuerza de voluntad siempre que puedas convencer a otros para que crean en tus sueños y sigan el camino perfilado por tu visión del futuro.

Vividor: La vida es vacía, sin motivación ni significado; así que pásatelo lo mejor posible.  Roma  podrá  arder,  pero  tú  beberás  vino  y  cantarás  canciones.  Para  ti,  un hedonista,   sensualista,   sibarita   y   crápula,   las   palabras   austeridad,   sacrificio   y autodisciplina no tienen lugar en tu vida. Aún así no te molesta lago de trabajo duro, con tal de que alguna vez te recompensen.

-Recuperas fuerza de voluntad cada vez que te lo pases realmente bien y puedas expresar plenamente tu júbilo.